domingo, 25 de mayo de 2008

YO COMPITO, TU COMPITES...


El mundo es bastante competitivo como para hacer competir a nuestros hijos antes de tiempo. ¿no lo creen? Muchos padres hablan de las habilidades de sus pequeños ¡mi hijo es el mejor! ¡este árbitro está comprado! ¡aquel jugador sólo sirve para alcanzarles el agua! ¡ ¿por qué salió mi hijo?...ese entrenador es un inepto!

Pues, detrás de tanta alabanza existe una ansiedad por demostrarle al resto una superioridad insensata, que nace de la profunda inseguridad y producto de una autoestima, la mayoría de las veces pisoteada.

Introducir a los niños en el mundo de las competencias o del YO DEMUESTRO Y TU DEMUESTRAS, es un círculo vicioso y vacío. No es constructivo, los niños no sienten que por quererlos tanto es que sus padres hablan bien de ellos; al contrario, sienten que lo que dicen es una tarea por cumplir, un peso que deben cargar injustamente, por que es lo que papá y mamá esperan. ¡ALTO A ESTO! El amor de los niños es desinteresado y así tiene que ser el nuestro. Felicitándolos sólo si se hacen bien las cosas no estamos demostrando que nuestro amor es a toda prueba; al revés, se lo estamos acondicionando, sobre todo en una etapa en que tienen más equivocaciones que aciertos.

No lo compares, tu hijo no es mejor ni peor; es tu hijo, está creciendo y merece la libertad de hacerlo sin complejos ni ataduras.

DE: Jorge Cosavalente Ganoza
Entrenador de Baloncesto
Escuela de Baloncesto Formativo "LOS COCOLISOS"

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